Luz en la línea: Exposición individual Mario Martín del Campo

Escudriñar en busca del alma de los objetos y de la materia, brindar el soplo de vida y lanzar vástagos al mundo terrenal. El hombre ancestral, emplea su talento para transformar los elementos en figuras de poder, a las qué rendir culto, para detonar un festival de fetiches. Contemplar la obra de Mario Martín del Campo, es como si presenciáramos una lluvia de estrellas que impactan contra la Tierra y de cada colisión surge un objeto enigmático, un monolito del estilo Odisea 2001, los deseamos porque nos intrigan, los idolatramos porque les tememos, pero los codiciamos porque destellan implacable encanto.

El maestro amalgama diferentes disciplinas del arte, observando como hombre del Renacimiento a su alrededor y guiado por su curiosidad innata, estudia las posibilidades de cada objeto para dotarlo de carácter. Desarrollando un imaginario característico, su sello distintivo es la combinación y la deconstrucción de diversos objetos como: instrumentos musicales o instrumental de laboratorio y los convierte en piezas sofisticadas de rasgos antropomórficos, animalísticos e incluso, arquitectónicos. Observar sus piezas es como vivir una fábula visual en la que cada obra nos narra parte de una historia de la que participamos. Mantener abierta nuestra percepción es vital; es la guía fundamental en el desplazamiento por la mente del creador. 

Revisando de forma exhaustiva, el artista consigue infiltrarse en los recovecos de la sociedad y de su tiempo para evidenciar las grietas, inspeccionar las fisuras y revelarnos aquello con lo que podamos generar un cambio. Atreverse a mirar en lugares en los que el ojo común no se interesa es parte de su naturaleza. Mediante un lenguaje visual, cargado de metáforas y códigos simbólicos, nos reta a descifrar el mapa del presente, de nuestra existencia y ecosistema social, todo aquello que convive en la dimensión que llamamos: Tiempo.

Mario Martín Del Campo (Guadalajara, Jalisco 1947) inició su formación en las artes plásticas a los 16 años en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de San Carlos, Universidad Nacional Autónoma de México. Ha participado en numerosos concursos y bienales, obteniendo premios y distinciones. Cuenta con colaboraciones en cine, teatro y ópera, diseñando escenografías, vestuarios, máscaras y títeres. Le han escrito personajes importantes del medio de las Artes Plásticas como Raquel Tibol, Eduardo Matos Moctezuma, David Huerta, Lily Kassner, Rafael Pérez y Pérez y Jorge Esquinca.

Sus obras forman parte de importantes colecciones públicas y privadas, como la del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de Montreal, el Museo de Arte Mexicano de San Francisco, el Museo de Arte Moderno Omar Rayo en Colombia, Patrimonio Nacional de México, y el Instituto Cultural Cabañas, por mencionar algunos espacios.